martes, 30 de junio de 2009

Hoy voy hablaros de otros asesinos vampiricos que también han pasado a la historia, como Erzsebeth Bathory, el legendario mito de Dracula, Vlad Tepes, y otros mas.


Erzsebeth Bathory

Erzsebeth Bathory, también conocida como "Elisabeth" o "Isabel", nació en 1560 en el seno de una adinerada familia. Era prima del Primer Ministro de Hungría y sobrina del rey de Polonia. Se rumoreaba que en el seno de la familia abundaban miembros que se dedicaban a practicar el culto a Satán.
Parece ser que la propia nodriza de Erzsebeth la inicio en estas lides.
Erzsebeth contrajo matrimonio en 1575, cuando contaba con tan solo quince años, con Ferencz Nadasdy, uno de los mayores señores de la región. La boda fue un gran triunfo en esa época, ya que se unían dos nobles con fortunas imponentes y grandes posesiones.

Después de la boda, la joven pareja se instalo en Csejthe, uno de los diecisiete castillos que poseían en los Carpatos. Esa misma fortaleza iba a ser testigo de los muchos y horrendos crímenes que demuestran lo lejos que pueden llegar la barbarie humana.

Desde joven, la condesa dio muestras de gran crueldad. Descubrió, por ejemplo, que el dolor de cabeza de que padecía remitía cuando mordía a sus sirvientas. Así que se dedico a prodigar mordiscos con saña. A veces, incluso, se llevaba un trozo de piel.
Se dice que Erzsebeth, con las continuas ausencias de su marido, se fugo con un noble al que todos llamaban "el vampiro" por su extraño aspecto. No se sabe si el joven noble revelo algún secreto esotérico a la condesa o solo fue una simple aventura amorosa. Al cabo de unos días, regreso al castillo. Desde entonces, empezó a mantener relaciones lesbicas con sus doncellas.
El marido de Erzsebeth no ponía inconveniente a las aficiones de su mujer, de hecho, las consideraba "travesuras". Algunas de esas travesuras consistían en pinchar a las costureras para ver como sangraban o untar a una sirvienta en miel y exponerla a las picaduras de las hormigas.
Esos pasatiempos, con el paso de los mese, fueron creciendo en sadismo y crueldad sin que su esposo se inmutara.

Los años pasaban y Erzsebeth empezó a obsesionarse con la idea de envejecer. Había sido una de las mujeres más bellas de su época y aun después de tener cuatro hijos conservaba su encanto.
Aun así, ella no parecía satisfecha. No soportaba que ninguna mujer bella le hiciera competencia, por lo que las maltrataba con saña.
En 1604 se quedo viuda y se convirtió en la propietaria de todas las posesiones. A partir de ahí, dejo fluir sus instintos mas sádicos, convirtiendo su morada en la casa de los horrores.
Se dice que había oído que la sangre de una joven doncella era el mejor medio para combatir el paso del tiempo y la casualidad le llevo a comprobar que aquello era cierto. Un día abofeteo con furia a una sirvienta porque le había estirado del pelo mientras la peinaba. La sangre de la criada rozo la mano de la condesa y esta sintió como su piel rejuvenecía y se volvía tersa como antaño.
Inmediatamente, ordeno que le cortaran las venas a la infortunada y la dejaran desangrándose en una bañera para que ella pudiera tomar un baño con su sangre.
Esa fue la primera victima de una larga lista. A partir de ahí empezó su vorágine de torturas que duro diez años.

Al principio, era como un pasatiempo ocasional, pero poco a poco el ritmo se volvió frenético.
Cada semana llevaban a unas cinco mujeres al castillo. Las encerraban desnudas en los calabozos donde las pobres pasaban un frío atroz. A veces, las obligaban a comer carne quemada de sus compañeras de martirio. A la condesa le gustaba azotarlas hasta la muerte, o quemar sus pechos o genitales con hierros a rojo.
Ella misma o sus esbirros, Ficzk, su bufón enano y sus tres brujas, las torturaban hasta morir.
Para los baños de sangre, mandaba que en el piso superior a sus aposentos les cortaran las venas a las jóvenes y así, por un orificio, la sangre caía caliente sobre su cuerpo. Previamente, les hacia coser sus labios para que sus gritos no interrumpieran el placentero baño. Después, no quería utilizar paños para secarse, temiendo que estos pudieran dañar su piel, por lo que obligaba a sus sirvientas a lamerla hasta que estuviera seca.
Si las criadas demostraban que aquello les daba asco, las mandaba torturar. En cambio, si hacían bien su trabajo, las recompensaban en sus orgías lésbicas.

Una de sus torturas preferidas era empapar en agua a las doncellas para que el líquido se congelara y se quedaran emparedadas en el hielo. También tenía una estatua hueca, llena de cuchillos, en as que solía encerrarlas para que se desangraran. Después podía recoger la sangre, todavía caliente, y bañarse con ella.
A veces, mantenía durante más tiempo con vida aquellas que eran más jóvenes y mas bellas, para así poder extraerles la sangre mas fresca y poder beberla.
Con los cadáveres, los hechiceros del palacio practicaban rituales alquímicos y misas satánicas, convencidos de los beneficios que para aquellos menesteres tenían las ofrendas humanas. La propia condesa se paseaba por el pueblo en busca de sus victimas. Les prometía un buen trabajo y las llevaban a palacio. Nunca volvía a salir con vida. Con el tiempo, los vecinos y habitantes del pueblo empezaron a temer al siniestro carruaje y les desaconsejaban a sus hijas que confiaran en la señora del castillo. Muchos habían escuchado los terribles gritos que se oían de allí.

Los campesinos del pueblo empezaron a quejarse, pero el Rey no quería intervenir, dado el elevado rango de Erzsebeth. Los pueblerinos empezaron a vigilar la zona y descubrieron los cadaveres de cuatro jovenes. Con esas pruebas, exigieron al monarca que interviniera.

Finalmente, en el año 1610, el rey Matias envio al castillo una tropa de soldados capitaneados por el primo de Erzsebeth para descubrir lo que realmente estaba ocurriendo. Lo que alli encontraron no dejana lgar a dudas que las sospechas de los campesinos eran ciertas. En la sala principal, habia una mujer desangrada, otra muerta por los azotes y las quemaduras y una tercera que aun conservaba la vida, pero que habia sido salvajemente torturada. Los soldados descubrieron mas de cincuenta cadaveres. En el momento que entraron, la condesa con sus hechiceros, estaban dando un ritual satanico.

La condesa nego la evidencia e intento huir, pero fue detenida. Entre las pruebas, se encontro un arsenal de instrumentos de suplicio y una libreta con el nombre de todas las victimas: 610 muchachas murieron en sus manos durantes los diez años. Las tres brujas que ayudaron a la condesa fueron quemadas en la hoguera y el enano fue decapitado. Sin embargo, como ella ostentaba un rango mas superior, no fua ajusticiada de ninguna de esas maneras. Se la condeno a morir lentamente, emparedada en su habitacion, y tan solo se dejo una ranura en la pared a traves de la cual le llegaban las sobras de los alimentos y algo de agua. Nunca intento comunicarse con nadie. Se dice que a los cuatro años, 1614, a la edad de cincuenta y cuatro años, murio de inanicion, pero como una persona no se puede morir sin comer despues de cuatro años, pues como que no se sabe bien lo que paso.

Hay libros y peliculas de nuestra condesa, como tambien otras historias relacionadas con ella:

Libros: " Ella, Dracula " de Javier Garcia Sanchez.
" La condesa sangrienta " de Alejandra Pizarnik.
" Carmilla " por Sheridan Le Fanu.

Pelis: La noche de Walpurgis
La novia ensangrentada
Esternidad
Stay Alive






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